Lanzarote es sinónimo de volcanes, campos de lava, rocas de formas imposibles, tierra negra y roja que contrasta con las típicas casas encaladas, el mar azul intenso y el cielo azul claro. El paisaje de la más oriental de las Islas Canarias también contiene montañas escarpadas y onduladas, hermosas playas de arena blanca y dorada, frondosos palmerales... y el silencio, que también forma parte enigmática del paisaje lanzaroteño.
Kilómetros de paradisíacas playas de arena blanca o dorada y aguas turquesas. Es la instantánea perfecta para los amantes del sol, la brisa marina y los baños revitalizantes en aguas tranquilas y transparentes. No tiene que ir muy lejos para hacer realidad esta imagen de ensueño cualquier día del año. Está aquí, en Fuerteventura, para disfrutar intensamente y sin prisas, a sólo unas horas de las principales ciudades europeas.
Afortunadamente, Torremolinos ha superado hace tiempo su imagen de "spam and chips" de los Monty Python y, en los últimos años, se ha convertido en un atractivo centro turístico que destaca por sus limpias playas de arena, su amplia oferta de hoteles y restaurantes y su incomparable variedad de entretenimiento, actividades y vida nocturna.
También conocida como el "continente en miniatura", Gran Canaria es famosa por sus marcados contrastes. En un solo día, podemos disfrutar de maravillosas playas rodeadas de dunas y ascender a cumbres cubiertas de pinares canarios, cuyo verdor destaca sobre la oscura tierra volcánica.